A río revuelto, ganancia de gorrones. Es en esencia lo que está ocurriendo y que lleva camino de convertirse en el pretexto perfecto para ejercer el choriceo. Al parecer, cada vez son más los fumadores que aprovechan su salida de bares y cafeterías con el rebozo de evacuar humos para largarse sin pasar por caja. Como los camareros ya están al loro, y les persiguen para recordarles su olvido, ya se produjeron las primeras agresiones a los reclamantes que incordian en los intentos de fuga. O sea que el tabaco más que una necesidad para las atribuladas víctimas de la ley que tanto detestan es la excusa perfecta para tomar el café o la caña gratis. Algo tendrán que hacer los hosteleros para evitarlo; algunos, según me cuentan, ya decidieron exigir el pago de la consumición en el mismo momento de servirla, pero también son conscientes de que con ello crean un clima de desconfianza e incomodidad, desagradable sobre todo en los clientes habituales sin vocación de gorrero. ¿Quién dice que no somos diferentes?
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2 comentarios:
¡Qué poca vergüenza! Ante eso no tendrán más remedio que imponer el prepago; cierto que algunos pueden incomodarse, pero cuanto todos procedan de igual modo no tendrán más remedio que habituarse. Para la discreción y psicología mundana del camarero quedan la excepciones que confirman las reglas.
El prepago está vigente en algunos paises, entre ellos Italia. Es lo primero que nos advirtieron en un viaje realizado el pasado año, primero pasar por caja y con el ticket pedir la bebida. Tendremos que cambiar de costumbres.
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