Repetidos son los excesos protagonizados por los mossos d'esquadra; repetidos
los que se conocen, porque puede haber otros que ni siquiera trascienden. En
cualquier caso tampoco debe sorprender demasiado, a juzgar por la excusas de
los responsables políticos y mandos del cuerpo, quienes usualmente optan por
negar o minimizar el irregular comportamiento de los agentes, lo cual da lugar
a que sigan con sus prácticas coléricas, sabiendo que tienen siempre quien les
respalde. Que su jefe diga ahora que el empresario del Raval, Juan Andrés
Benítez (muerto según indicios que maneja la Justicia a raíz de la brutal
paliza recibida por ocho mossos), estaba "fuera de sí", como
queriendo justificar la brutalidad de sus subordinados, es muy grave y
preocupante en un Estado de derecho. Si para reprimir a los irreductibles es
necesario matarlos, para qué queremos leyes y jueces, si basta con conductas
sumarísimas. Claro que también irrita que los casos que acaban en los
tribunales se resuelvan casi siempre del modo menos lesivo para los culpables.
Martín Garzo
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*Ignacio Ruiz Quintano*
*Abc Cultural*
A tal culto, tal cultura. Estoy mirando a toda esa intelectualidad que
piensa lo mismo que el inquilino de La ...
Hace 4 horas
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