Algo se mueve en lo
que toca a meter tijera a corporaciones locales. Si es como se dice, el PP lo
está pactando con el PSOE para acometerlo ya en el próximo período de sesiones;
supondría la desaparición de miles de concejales de los 8.144 municipios
españoles, cuya fusión no se contemplaría como obligación, solo como
recomendación, en contra de lo que se está reclamando. Sí se establecerían no
obstante fusiones de servicios y nuevas competencias de las diputaciones, que
asumirían más protagonismo y control. En Madrid, por ejemplo, de 57 ediles se
pasaría a 39 y en algunos ayuntamientos diminutos quedaría la figura del
alcalde o poco más. El fin, como se deduce, es evitar costes e impedir
disfuncionalidades en determinadas prestaciones, pero nada se dice tampoco de modificar
la elección de alcalde, quizá porque choca con intereses partidistas. Ya
metidos en la cocina, bien podría establecerse su designación directa, es decir
que sean los propios electores quienes lo determinen, lo cual parece más aconsejable
y acorde con los principios democráticos.
Hace 5 horas
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