Ante la duda, mejor preguntar. ¿Sirvieron para algo las ostentosas cumbres sobre el
clima, anteriores a la de ahora en París? Los progresos no parecen evidentes.
Hay que partir que ninguna, sea cual sea el fin, sirve para casi nada. Son lúdicos
paripés para regocijo de los exclusivos y selectos asistentes. Vacaciones al
fin y al cabo, como más o menos las calificó un presidente sudamericano en un
arrebato de sinceridad. Y las del cambio climático no son una excepción,
agravado por la intrincada complejidad de lo que se discute, donde más que los
ambientales, priman intereses políticos y económicos antes que mitigar el desastre,
cuya remedio saben que es utópico. Cada cual tiene sus intereses. Por ejemplo, quienes
producen petróleo evitan cualquier compromiso. No van a tirar piedras contra su
tejado, frente a una hipotética reducción polutiva. Por eso se resiste un
acuerdo entre las 195 delegaciones, restregado de borrador en borrador. Y si
encima se prescinde de alianzas vinculantes, apaga y vámonos a casa ya. Equivale
a que cada cual hará lo que le venga en gana. O sea, nada. Exactamente lo mismo
que hasta ahora.
LA OCUPACIÓN MILITAR DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (y 2)
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*Luis Britto García *
La extrema gravedad de la ocupación militar de Nuestra América se
comprende si se tiene en cuenta que los países invasores ...
Hace 1 hora