¿No quieres caldo? Toma dos tazas. La polémica que rodeaba (y aún rodea) las
derivaciones de arrollamientos de especies cinegéticas por automovilistas en los
acotados de caza adquiere una nueva y abusiva dimensión. Cuesta asumirlo, pero
los responsables de los daños son, según la norma todavía vigente, los propietarios
de las reservas, lindantes o no a las carreteras, aunque no siempre prosperan
las reclamaciones y, si prevalecen, suele resolverse tarde, mal y arrastro.
Para evitar peloteras y disputas, la nueva Ley de Seguridad Vial, que se
tramite en el Senado, para sacudirse el marrón corta por lo sano y lo resuelve
de la forma más fácil: el culpable será siempre el autor del atropello. Eso sí,
se le exime de la indemnización por matar al animal. Solo faltaba que tuviese
que pagarlo. Pero si un accidentado tiene la desgracia de quedar tetrapléjico
por alcanzar a un jabalí que se le cruce, es su problema. Y no lo consideren poco
probable: cada año se producen en España entre 15.000 y 20.000 accidentes por
irrupciones de animales en las carreteras. ¡Qué país!
LA OCUPACIÓN MILITAR DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (y 2)
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*Luis Britto García *
La extrema gravedad de la ocupación militar de Nuestra América se
comprende si se tiene en cuenta que los países invasores ...
Hace 5 horas
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