No era necesario
que la Audiencia de Palma exculpase, en principio, de imputación a la infanta Cristina como cómplice o
cooperadora necesaria en los delitos cometidos supuestamente por su marido para
que los ciudadanos perciban que la Justicia no es igual para todos, aunque fortalece
la sensación. La hija del Rey tiene tanto derecho a la presunción de inocencia
como al deber de recibir el mismo trato que cualquier ciudadano, y cuando menos
esta decisión judicial suscita la duda. Porque parece extraño que conviviendo
bajo el mismo techo no tuviese conocimiento de las irregularidades de las que
se acusa al duque de Palma, pero no es más que un sentimiento y si consigue
probar lo contrario, nada que objetar. No obstante esta desconfianza no
beneficia para nada ni a los jueces ni al propio sistema democrático. Las complacencias
vertidas por ello lo fueron más bien por razones de imagen de la Casa Real que
por cualquier otra convicción. Claro que a la realeza tampoco le beneficia la
supuesta parcialidad.
LA OCUPACIÓN MILITAR DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (y 2)
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*Luis Britto García *
La extrema gravedad de la ocupación militar de Nuestra América se
comprende si se tiene en cuenta que los países invasores ...
Hace 4 horas
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