LAS AGRIAS discusiones que se marcan los políticos a la hora de debatir cuestiones diversas, y que por razones partidistas casi nunca acaban en acuerdos, se reducen a la nada cuando de fijar privilegios propios se trata. Entonces sí hay consenso y desaparecen las diferencias, sean del color que sean. Con el lío de las pensiones sin resolver, pero con seguros recortes en lontananza para el común de los mortales, parlamentarios y senadores acaban de blindar una vez más las suyas sin el más mínimo sentido del pudor: con once años de mandato (35 o más para el populacho) percibirán la cuantía máxima; con más de siete años, el ochenta por ciento y si son diez, el noventa. Claro que aun siendo indecoroso, saben que lo que ellos hagan bien hecho está y si alguien se atreve a levantar la voz, que venga el maestro armero a resolverlo. No pasa nada, pese al agravio y al abuso, pocos se escandalizan y nadie protesta, y no esperen (¡por Dios!) que lo hagan los sindicatos, no vaya a ser que se les prive del condumio.
EQUÍVOCO
-
Equívoco. Un trampantojo
de madrugada, cuando la brisa
se mudó arreciando sobre las copas
de la Alameda.
Una marejada salobre entre las ramas
qu...
Hace 12 minutos
1 comentario:
En el tema económico de sus propios bolsillos es el único punto de encuentro. ¡Vergonzoso!
Publicar un comentario