Amigos fraguados al amparo del 'fondo de reptiles'

De bien nacido es ser agradecido. No siempre ocurre, pues no todos tienen la virtud de corresponder con quienes les brindaron generosidad. Por eso que el mundo está plagado de olvidadizos. El clan de la ceja abandonó a Zapatero cuando sus integrantes se percataron de que ya no podrían exprimirlo más. No todos, también hay que decirlo. Algunos de ellos parecen haber reconsiderado la espantada, anteponiendo el afecto y la gratitud a cualquier otra circunstancia por mal que vayan las cosas. Eso es, pues, ser bien nacido, como lo es, por ejemplo, un cineasta que integra esa recuperada plataforma de apoyo a Rubalcaba. Presume sobre todo de amistad y mantiene que es "muy bueno" votar a los amigos; le "aterra" hacerlo a desconocidos. Se entiende, y mejor se entendería aún si hubiese explicado cuáles son los lazos que estrecharon esa adhesión. No lo hizo, pero alguien sí le recordó haber recibido del Gobierno un millón de euros de subvención a sus películas. No va a respaldar a quien anuncia el fin del fondo de reptiles. Tonto no es, no.