Dar una opinión sobre el secuestro o retención de cooperantes es alimentar la disyuntiva de criterios diversos, por lo que es imposible emitir juicios más o menos objetivos. Es verdad que la labor de los cooperantes, con entrega y vocación sincera, merece el mayor reconocimiento por su labor humanitaria. Hay que excluir, como es lógico, a los aventureros que utilizan las ongs más como un pretexto aventurero, de excursión o esparcimiento, que como acción benefactora. Situaciones hubo recientes por las que el Gobierno pagó el rescate, lo cual es indecente. No parece ser el caso de los ahora retenidos, y en este caso el Ejecutivo debe esforzarse al máximo por conseguir su liberación. Lo malo es que se van consolidadando los precedentes y eso lo saben los maleantes, que conocen cómo y dónde actuar para alcanzar sus objetivos. Por eso es obligado medir riesgos antes de meterse en laberintos, que ya se sabe cómo pueden acabar. Mal.
PARA SER OLVIDO
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Al pasar, con el roce,
se despertó la albahaca
y se extendió su aroma
con la mansedumbre que se expande
el aceite derramado y lo unge todo.
En...
Hace 1 hora
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