No cuesta creer, por tratarse de datos comprobables, pero sí entender que Hacienda devuelva dinero sesenta y cinco por ciento de los parlamentarios gallegos (56 de 75 diputados), pese a percibir remuneraciones anuales que, en un diputado 'raso', ronda los cincuenta y cinco mil euros. Se justifica porque sólo tributan por el cuarenta por ciento de la renta que reciben, un salario base de 2.587 euros mensuales, al que se añaden otros 3.000 para 'gastos' (?) que están exentos de fiscalidad. No se discute que la norma no se aplique correctamente, faltaría más, pero no es de recibo que gocen de más privilegios que el resto de los contribuyentes por el hecho de haber sido elegidos para representarles. Es un pésimo ejemplo, con la agravante de que todos están de acuerdo y muy calladitos, lo que no sucede en otros asuntos que no se ventilan situaciones personales sino de interés partidario; un ejemplo que contribuye a que el ciudadano tenga cada vez peor consideración de la clase política, que desconfíe de ella y que se vaya alejando.
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1 comentario:
Sin comentarios. Son innecesarios y, por lo visto, también inútiles.Un saludo.
http://desdemimejana.blogspot.com
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