Suele ocurrir con lo de comer y rascar: todo es empezar. La propuesta de la (actual) Dirección General de Tráfico, a través de un alto cargo (aunque desmentido más tarde por el propio director general), para que se cobre por el uso de las carreteras, viene a sumarse a otras insinuaciones al respecto que, hasta ahora, fueron desvaneciéndose en el olvido. Que yo sepa, los futuros gobernantes no han dicho nada, pero en cualquier caso deben estar agradecidos a los que aún no se fueron por apuntar soluciones impopulares y dar ideas incómodas, lo que por otro lado se entiende al no haber votos en juego. Todo se andará y ya verán como la ocurrencia no cae en saco roto. Prepárense para pagar; los globos sonda suelen funcionar y servirán de poco argumentos como los de que ya se cobran tasas por matriculación o impuestos de rodaje, que perciben los ayuntamientos. La fórmula no será ni fácil ni barata. Se habló, por ejemplo, de fijar una tarifa plana para los primeros quince mil kilómetros, gratuitos (cien mil para transportistas), que sin duda perjudica a los que sin ser profesionales de la carretera precisan su vehículo como instrumento de trabajo.
Arranca la tramitación para reducir la jornada laboral sin CEOE. ¿Y ahora
qué? Plazos y consecuencias de un pacto de Díaz con los sindicatos
-
Trabajo inicia el proceso formal para sacar adelante la jornada de 37,5
horas con carácter urgente Leer
Hace 1 hora
No hay comentarios:
Publicar un comentario